Como muchos otros rubros de la economía, los jardines maternales y de infantes atraviesan una situación crítica. Sin alumnos, y por ende, ingresos, muchos se consideran incluso cerrar definitivamente al no poder hacer frente a los costos de mantenimiento. La semana pasada, después de 30 años, cerró un tradicional jardín de barrio del Abasto. Este jueves, docentes del nivel inicial se manifestaron frente a la sede rosarina del Ministerio de Educación para pedir ayuda.

Necesitamos conectar de alguna manera con la representación del Ministerio (de educación provincial) para que nos respondan”, señalaron desde Echeverría al 100 donde un grupo se congregó para reclamar ayuda.

La situación, a tres meses del cierre de los jardines por la cuarentena es desesperante. Una de las manifestantes señaló que muchas maestras se las rebuscan con otros trabajos, como cuidar niños. Pero necesitan y quieren volver a recibir a sus niños en los jardines. También, señalaron, es una demanda de las propias familias.

En Rosario y sus alrededores, indicaron, hay unos 200 jardines en crisis.