El dueño de la joyería violentamente asaltada el miércoles al atardecer en pleno centro de Rosario habló este jueves con El Tres, donde repasó como fue el hecho y aseguró que siempre intentó defender lo suyo ante la irrupción de tres delincuentes armados.

Eduardo, de 76 años, se manifestó con secuelas en el rostro producto de los golpes recibidos en forcejeos con los asaltantes durante los 50 segundos que duró el golpe comando contra la joyería Fernández, de la galería Libertad (Sarmiento al 800).

“Le pasa a la mayoría de los rosarinos, no me sorprende”, comenzó diciendo el hombre ante las cámaras, acostumbrado a la situación de inseguridad. “Me di cuenta enseguida que no eran policías”, dijo en relación al atuendo que algunos presentaban y agregó: “No hablaron mucho, amenazaron con las armas, uno fue a la caja fuerte a empezar a vaciarla con dos bolsas”.

En ese sentido, precisó que “se llevaron un estuche con pulseras aniversario y esclavas de oro” pero opinó que los ladrones “mucho conocimiento de joyas no tenían porque la idea era llevarse todos los paños y se llevaron uno solo, y un sobre con dinero, 10 mil pesos”.

Celebró que alcanzó a meterse en un bolsillo parte de la recaudación de la caja y que pudo defender esa parte del botín a pesar de una patada en la cara y un culatazo en la cabeza que recibió de parte de uno de los delincuentes.

“Nunca quise darles nada. Si alguien viene a pedir una donación le doy, pero si entran así, todo lo contrario”, expresó Eduardo, que aseguró no sentir temor a pesar de la adrenalina del espantoso momento.

“Siempre sabés que pueden disparar pero es muy difícil matar una persona ahí adentro y salir como si nada, yo ya había oprimido el botón de pánico”, dijo en relación a su actitud de resistir el asalto hasta el último segundo.

Reconoció que familiares y allegados no aprobaron esa reacción. “Me dijeron que estoy loco pero yo soy así”. Y confirmó que este viernes volverá a abrir la joyería, luego de tomarse todos el día este jueves.