El avispón gigante asiático o vespa mandarinia, que recientemente invadió el noroeste de Estados Unidos y suroeste de Canadá, a miles de kilómetros de su hábitat natural en Japón, puede propagarse a un área mucho más extensa tanto en esos dos países como en el resto del mundo.

Para estimar la probabilidad de que una colonia importada del insecto pueda aclimatizarse y empezar a crecer en un lugar dado, los investigadores crearon un modelo ecológico que mostró las zonas potencialmente habitables para el avispón.

Según la simulación, prefiere climas templados, sin calor ni frío extremos y con altas precipitaciones. Las zonas de América del Norte, donde los avispones ya habían sido descubiertos, "tienen un hábitat muy adecuado" para esa descripción.

No obstante, ese hábitat no se limita a la región actual. Así lo afirmó un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Washington en un estudio publicado este miércoles en la revista PNAS, según publicó RT.

"Estas áreas se encuentran en el este y oeste de América del Norte, Europa, el noroeste y sureste de América del Sur, África central, el este de Australia y Nueva Zelanda", advierten los científicos. Al mismo tiempo, señalan que la mayor parte del centro de América del Norte y California están fuera de peligro gracias a su clima extremo.

Otra pregunta que abordaron los investigadores fue la velocidad potencial de la propagación del avispón gigante. Dado que puede volar hasta unos 110 kilómetros al año, en el peor de los casos, puede extenderse a través de las regiones occidentales de Washington y Oregón en unos 20 años. No obstante, es solo una suposición, explicó Chris Looney, uno de los autores del estudio, en un comunicado.

"Sabemos que las reinas salen de su nido en otoño, se aparean y vuelan a algún lugar. Pero nadie sabe qué tan lejos vuelan, o si vuelan repetidamente. No sabemos si crean nidos en la primavera cerca de donde hibernaron o si comienzan a volar de nuevo. Estas son algunas de las cosas que hacen que predecir la dispersión natural sea un desafío", dijo el investigador.

La prevención del transporte accidental de los avispones gigantes, que pueden matar a una persona y exterminar poblaciones de abejas melíferas en nuevas regiones, es crucial, resaltó Looney.