Académicos de Brasil, Australia e Italia reconstruyeron digitalmente la cara del faraón egipcio Tutankamón. El equipo utilizó las medidas disponibles y las imágenes de referencia del cráneo momificado del joven rey. 

La reconstrucción revela el rostro juvenil y "delicado" del faraón, quien aún era un adolescente cuando murió hace más de tres mil años.

"Para mí, parece un hombre joven con un rostro delicado. Mirándolo, vemos más a un joven estudiante que a un político lleno de responsabilidades, lo que hace que la figura histórica sea aún más interesante", dijo el experto en gráficos brasileño Cicero Moraes, coautor del nuevo estudio, al diario británico Daily Mail.

El famoso "niño rey" fue descubierto junto con docenas de tesoros increíbles por el arqueólogo británico Howard Carter en noviembre de 1922 en el Valle de los Reyes de Egipto.

Debido a que el equipo internacional no tuvo acceso directo al cráneo del faraón, completar el nuevo modelo fue especialmente desafiante. Afortunadamente, estudios anteriores ya habían registrado las medidas del cráneo y publicado imágenes de referencia.

Moraes contó que "fue un trabajo de detective, donde se concatenaron rastros de información para proporcionarnos un modelo tridimensional del cráneo. Con los datos de proporción y algunas medidas cefalométricas importantes, fue posible tomar el cráneo digital de un donante virtual y ajustarlo para que se convirtiera en el cráneo de Tutankamón".

A partir de ahí, explicó Moraes, recrearon "el tamaño de los labios, la posición de los globos oculares, la altura de las orejas y el tamaño frontal de la nariz. Todas estas proyecciones se basan en estudios estadísticos que se realizaron en tomografías computarizadas de personas vivas de varios ancestros diferentes".

Luego se aplicaron marcadores al cráneo que indicaban el grosor de los tejidos blandos en varios lugares, utilizando datos de los egipcios modernos como guía. Con estas y otras técnicas, el rostro fue reconstruyéndose gradualmente en una reconstrucción objetiva. Luego se agregaron elementos subjetivos como el color de los ojos para humanizar aún más al sujeto.

No es la primera vez que los científicos intentan reconstruir la imagen del joven faraón. Michael Habicht, egiptólogo y arqueólogo de la Universidad de Flinders en Australia, coautor del nuevo estudio, notó el asombroso parecido entre otras reconstrucciones. "Nuestra reconstrucción es increíblemente similar a la realizada por un equipo francés hace unos años. También se corresponde con las representaciones antiguas de Tutankamón, especialmente con la cabeza de la flor de loto del tesoro de su tumba", argumentó.