La vuelta a la presencialidad en las escuelas de la provincia de Santa Fe, tal como lo planteó el ministerio de Educación para el mes de diciembre, sigue generando un profundo debate. Por un lado, la ministra Adriana Cantero ratificó esta iniciativa, aunque no pudo precisar fecha ni horario de ingreso para los alumnos: “Dependerá de cada escuela”, dijo. Al mismo tiempo, desde el gremio Amsafé reclamaron “diálogo” para definir esta cuestión y plantearon al “realidad” de muchas escuelas que no tienen agua y sus instalaciones están “deterioradas” después de tantos meses de puertas cerradas por la pandemia.

Diciembre en la escuela

Adriana Cantero, ministra de Educación de Santa Fe, reforzó la idea del gobierno de propiciar la vuelta a las escuelas “en grupos reducidos” y como “un acto simbólico” de encuentro entre los docentes y los chicos y chicas. “No se trata de volver a dar clases, lo que hacemos es, antes del receso de verano, tener pequeños encuentros cuidados, con protocolos, que permitan el reencuentro tan deseado entre los chicos y los educadores”, describió este miércoles en el programa A Diario, de Radio 2.

Cantero comentó que “también les va a servir a los educadores para dar una mirada a los chicos, para saber cómo se encuentran”.

Sin embargo, la funcionaria provincial no pudo dar detalles de cómo sería esa vuelta a las aulas, que podría concretarse la semana que viene según el plan del gibierno, aunque no parece sencillo: “El horario de ingreso lo ponen las escuelas, tenemos matrículas muy diversas en la provincia. Cada escuela va a plnificar en función del colectivo que tienen y del contexto”, aclaró.

Cantero explicó que “el gobierno tiene en cuenta toda la territorialidad de la provincia. Arrancamos con la ruralidad, pensamos que se podría extender a las ciudades y no fue así”.



Y volvió a defender los encuentros que se darían a partir de la semana que viene: “Se trata de un pequeño encuentro, de un acto que le dé a los chicos una sensación diferente en este año tan difícil, con la mirada de los educadores”, dijo.

La ministra confió luego que “en los casos que hubo encuentros, los testimonios de los docentes son realmente conmovedores”. Y finalizó: “Todo está en el marco de la gradualidad, como experiencia de lo que va a suceder a partir del 17 de febrero del año que viene, cuando se inicie el ciclo lectivo”.

Con los cables pelados

Roque Jaime, secretrio del gremio de los docentes públicos Amsafé, también habló de este tema en A Diario y dejó en claro que no va a ser tan sencillo el regreso de los estudiantes a las escuelas en el corto plazo. Al menos en todos los rincones de la provincia: “Nos gustaría que el ministerio hable con el sindicato antes de hacer un anuncio por los medios de comunicación”, sentenció.

“El ministerio debería tener en cuenta que hay muchas escuelas que no están en condiciones para la vuelta a la presencialidad, que tantos meses de inactividad produjeron situación de precariedad en muchos establecimientos”, advirtió el representante gremial de los maestros santafesinos.

El secretario gremial indicó que "desayunarnos hoy con que el martes vuelven los chicos a las escuelas, cuando ni siquiera hubo una comunicación extraoficial, nos parece muy complejo". 

En ese sentido, apuntó que “hay escuelas de Rosario que no tienen agua, que tienen los cables de la electricidad pelados, y la prioridad debe ser cuidar la salud de las niñas y los niños que concurren allí”.



Jaime también remarcó que “el Ministerio habla de ir a la escuela a retirar los cuadernillos; eso ya se estuvo haciendo, se hizo durante toda la pandemia”. Y afirmó: “Me parece bastante temerario plantear que van a volver las clases presenciales la semana próxima”.

El gremialista también manifestó que “el ministerio también debe pensar que la provincia va más allá de Rosario”. Y cerró: “Me parece que es más un acto simbólico que otra cosa plantear la vuelta a las escuelas en diciembre”.

Los privados, de acuerdo

Martín Lucero, representante de Sadop, comentó que “en las escuelas privadas la realidad es diferente, aunque cando se corta el agua, se corta para todos”. Y recomendó “no dividir entre educación pública y privada”.

“Me parece que como está planteado el regreso a las escuelas, en grupos muy reducidos para ver a la maestra o el maestro y entregar los cuadernillos, me parece que no pasa de los simbólico pero no cambia demasiado la cosa”, acordó Lucero.

“En esta etapa de crisis lo simbólico también puede ser importante”, reflexionó.