Muchos estudiantes reniegan de la imposición de tener que estudiar obligatoriamente durante tantos años. También están quienes consideran a esta formación poco práctica, e inútil para la vida. Por otro lado, no faltan aquellos que teniendo intenciones de hacerlo, no pueden concretar este anhelo de al menos terminar la secundaria por la necesidad de trabajar para colaborar con su familia.

Son múltiples las causas de deserción escolar, y sin embargo es posible al menos disminuir el porcentaje de chicos que dejan la escuela si se adoptan políticas que desde distintos ámbitos, apunten todas en la misma dirección.

El sitio Aula Planeta destacó los puntos críticos a considerar para lograr que el chico permanezca más tiempo en la escuela.

La familia: los modelos paternos o familiares en general suelen ser los más próximos a los alumnos. Y, por eso, también son los más importantes. La falta de implicación de las familias en los estudios de los alumnos suele traer consigo la desidia de estos hacia todo lo relacionado con la escuela.

La motivación: aburrirse en la escuela es algo que en algún momento les pasa a todos, pero considerar que la educación es sinónimo de aburrimiento es probablemente también el mayor generador de absentismo escolar. Este factor se alimenta del desprecio y el desánimo de todos los que rodean al alumno, desde sus compañeros de clase y amigos hasta sus profesores y familias.

Aptitudes y capacidades del alumnado: pese a que muchas veces se identifica la figura del alumno que abandona los estudios con la del mal estudiante, esta afirmación no siempre es justa para aquellos que, sencillamente, no gozan de las aptitudes y capacidades para aprender de la forma en la que se enseña en muchos centros educativos.

Tips para paliar el abandono escolar

Como se ve, no todo lo relacionado con el abandono escolar tiene que ver con los estudiantes ni con su forma de entender el mundo, si no también con su entorno y, especialmente, con los adultos que los rodean tanto dentro como fuera de la escuela. Por eso, padres, docentes y directivos pueden seguir algunos consejos para lograr que el chico continúe estudiando.

Motivarlos a estudiar: ya sea a través de una mayor flexibilidad de la estructura escolar, o a partir de métodos de enseñanza como el Aprendizaje por proyectos, el alumnado debe asumir que aprender es también desarrollarse. Pero para conseguirlo hay que adaptarse, en la medida de lo posible, a sus necesidades como aprendices, promoviendo el entendimiento de la materia por encima de su memorización. Una educación individualizada puede reportar muchos beneficios en este sentido, así como la inclusión de metodologías como, entre otras, la gamificación, o contagiando la pasión por la materia estudiar a través del Aprendizaje social.

Enseñar las virtudes y beneficios de estudiar: los salarios de quienes egresan de alguna universidad suelen ser más elevados que los de jóvenes que solo completaron la secundaria. Estudiar es útil, y sigue siendo garantía de un futuro mejor, al menos en lo laboral y económico.

Implicar al entorno familiar y del alumno en sus estudios: dedicar tiempo a ayudar a los jóvenes en sus estudios es muy importante, ya que les permite hacer hincapié en el valor de recibir una formación.

Adaptar el sistema al alumnado: es probablemente la más difícil de todas las posibles soluciones, por sus implicaciones institucionales y estructurales, pero hay que considerarlo a través de la inclusión educativa o de metodologías capaces de atender sus necesidades formativas de forma más satisfactoria.