El realizador Tomás Lipgot estrena este jueves en salas locales “El universo de Clarita”, un documental que propone a partir de la curiosidad de una niña por la astronomía, compartir con el espectador un viaje de aprendizaje por diversos sitios de Argentina.

En esta película “busqué reflejar algo fundamental para mí que es el contacto con la naturaleza y el entorno, algo que se va perdiendo a medida que la humanidad progresa. Y para ello, me pareció valioso transmitirlo a través de la mirada de una niña, porque cuando somos chicos estamos llenos de preguntas, pero con el paso del tiempo esa curiosidad lamentablemente se va disolviendo”, expresó Lipgot en una entrevista.

“Todo esto posiblemente esté intervenido en algún punto por las miles de pantallas que nos rodean a diario y que si no es por medio de ellas no hacemos nada. Hoy miramos la realidad a través de una pantalla y hasta perdemos el sentido de la orientación si no tenemos alguna aplicación que nos ubique”, abundó el cineasta que cuenta en su haber con ocho cortos y nueve largometrajes documentales.

A través de distintos escenarios naturales de Argentina y de la participación de científicos y especialistas, el documental acompaña a Clarita, una niña rosarina de 12 años, en un viaje de aprendizaje sobre astronomía, ciencia que se transformó en su pasión.

“La concepción de la historia tiene sus raíces en mi necesidad de contar un relato relacionado con la astronomía. Como disciplina, es una ciencia dura y muchos de los datos están al alcance de cualquiera en internet. Entonces, quería apartarme de esto y transmitir la experiencia astronómica de mirar al cielo”, contó el cineasta.

“La idea siempre fue sacar la película del marco de la solemnidad y buscar una narración más lúdica, con mayor dinámica en su desarrollo, pero sin perder el eje científico que es rector de esta historia”. Tomás Lipgot

“Esta acción, el ritual de observar las estrellas y demás, nos aporta otra intimidad y nos conecta desde otro lado. Me pareció que el personaje de una niña que está en un momento de curiosidad, de búsqueda y preguntas, era el mejor vehículo para poder contar esto que tenía ganas”, concluyó el realizador que se encuentra dirigiendo la animación 3D “Gilgamesh”, mientras también desarrolla su ópera prima de ficción “Fefe y Beba”.