Son muchos los estudiantes que ven caer sus calificaciones cuando llegan a la universidad debido a que no siguen un correcto plan de estudio. Quizás les funcionaba su técnica cuando en la secundaria estudiaban los temas del libro o los apuntes que dictaba el docente, pero las clases son muy distintas en la Universidad.

Aunque todavía hay profesores que enseñan sus materias a través de clases magistrales, cada vez son más frecuentes las lecciones destinadas a solventar dudas, realizar problemas o practicar en grupo, tal como publica Universia.es. Por ello, si querés superar con éxito la carrera y obtener unas buenas calificaciones, tenés que aprender a estudiar. ¿No sabes cómo? Comenzá por leer la siguiente guía de estudios.

1. Preparar las clases

Los profesores universitarios suelen comenzar el primer día de clase haciendo una presentación de la materia. En esta primera jornada aprovechan para explicar qué temario tratarán en el cuatrimestre, cómo serán los exámenes y los trabajos, etc. También informan a los alumnos sobre el uso de la Intranet universitaria, ya que en el campus virtual suelen colgar todos los temarios y los materiales del curso.

Como los alumnos tienen los contenidos de la asignatura antes de acudir a clase, lo mejor es llegar al aula con el temario parcialmente aprendido (o al menos leído), así podrás aprovechar estos minutos para preguntar al profesor, resolver dudas, ampliar los conceptos que creas más interesantes...

Fundamental es recordar que ya no estás en la secundaria, por lo que el profesor no está en el aula para dictarte los temas. Si no te preparás una guía de estudio, te sorprenderás viendo cómo solamente vas a la universidad para tomar apuntes. Para sacarle el máximo provecho a tu carrera, dedica unos minutos diarios a este asunto.

2. En clase

Cierto es que la mayoría de los profesores suelen dar cierta autonomía a sus alumnos, pero una vez el profesor comience a hablar, prestá atención a todas sus palabras, sin olvidar su entonación y los énfasis en el discurso. Las lecciones suelen estar llenas de pistas, las cuales frecuentemente dan a entender las preguntas que podrán caer en el examen. Tomá apuntes de todo aquello que consideres importante, sobre todo los ejemplos, las teorías del profesor y los gráficos que explique.

Aprovechá que tenés al experto cara a cara para preguntar todo aquello que no te haya quedado claro. En este momento tenés que olvidarte de lo que piensen tus compañeros y de la vergüenza, porque de estas cuestiones dependen que superes o no el examen final.

3. Después de clase

Probablemente salís de clase cansado, y lo único que querés es salir con amigos o llegar a casa y ponerte a ver tu serie favorita o jugar a los videojuegos. Sin embargo, es importante que recuerdes que el cerebro necesita ejercitarse para memorizar los temarios, por lo que tendrás que estudiar un poquito al salir de clase.

Los expertos recomiendan estudiar la guía de estudio que preparaste antes de clase al menos durante una hora al día, momento en el que deberás aprovechar para completar estos apuntes con las notas que has tomado en clase, los ejemplos que recuerdas... Mientras escribís y leés, te sorprenderás cómo tu cerebro comienza a recordar todo aquello que has visto unas horas antes en la universidad.

4. Repaso

Los fines de semana están para disfrutar con los amigos y la familia, ya que todo el mundo necesita un día a la semana para olvidarse de los quehaceres diarios y dejar descansar a la mente. Sin embargo, el fin de semana también es un momento ideal para repasar todo aquello que has visto en la semana.

Es importante que dediques el sábado por la mañana a cumplir con tus obligaciones como estudiante. Así habrás acabado antes de comer y tendrás un día y medio para vos. Basta con que destines media hora a cada asignatura.

5. Prepara los exámenes

Son muchos los estudiantes que siguen pensando a día de hoy que basta con estudiar unos días antes de los exámenes, pero como ya se mencionó, esto no es la secundaria, y te podés encontrar con que al final del curso has suspendido una cantidad importante de materias. No te despistes y centrate durante todo el año.

Lo primero que tenés que hacer es anotar en la agenda las fechas de los exámenes, después distribuí el contenido de las materias y apunta cada día el tema y la asignatura que debés estudiar. Solamente así conseguirás llegar al día de la prueba con el temario aprendido, sin problemas de última hora.

Fuente: universia.es