La economía argentina atraviesa una semana con movimientos desparejos en todos los frentes. Mientras el Banco Central mantiene el dólar bajo control con una política de tasas altísimas —la tasa efectiva anual para los pases a un día ya supera el 50%—, el mercado de deuda muestra señales de fatiga. Los bonos en pesos cayeron con fuerza en las últimas ruedas, arrastrando a los títulos dólar linked y CER, lo que pone en duda la sostenibilidad de la calma cambiaria a mediano plazo.
En paralelo, se encienden alertas en el mundo del crédito. Aunque los niveles de morosidad aún se mantienen bajos, algunos indicadores anticipan turbulencias. Según datos del Banco Central, aumentó el rechazo de cheques en el sistema financiero, una señal clásica de tensión en la cadena de pagos. Los créditos comerciales, por su parte, mostraron en junio un leve deterioro, especialmente entre las pymes, en un contexto de actividad estancada y altos costos financieros.
En el plano político-judicial, el Gobierno nacional volvió a insistir este martes ante la Justicia para frenar la entrega de acciones de YPF que había sido dispuesta por el juzgado en el marco del conflicto con Burford Capital. El oficialismo presentó un escrito para mantener la suspensión de la medida, en una causa que mantiene en vilo al Ejecutivo y a los inversores.
Mientras tanto, la provincia de Santa Fe volvió a tensionar su relación con una de las empresas más poderosas del país: Mercado Libre. El gobierno de Maximiliano Pullaro analiza aplicar un recargo tributario a la firma de Marcos Galperin por lo que consideran una falta de cooperación en términos fiscales. Según trascendió, la plataforma estaría generando una fuerte evasión en ingresos brutos a través de su esquema de intermediación digital.
En medio del clima de cautela macro, también hubo espacio para las inversiones productivas. En Rosario, se inauguró una nueva planta industrial de 4.000 metros cuadrados destinada a expandir el negocio de productos premoldeados de hormigón. Se trata de una inversión de la firma Arpim PreMoldeados, que apuesta al crecimiento de la construcción con productos de mayor valor agregado y fuerte presencia en la región.
La economía argentina, así, navega una rara combinación: estabilidad artificial en el dólar, caída de activos financieros, crédito frágil, tensiones con el poder económico y señales mixtas desde el sector productivo. Un equilibrio delicado que depende, por ahora, de la "dosis justa" de tasa y control político.
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