A Rosario Central se le vienen dos partidos decisivos en su afán por clasificarse a la Copa Sudamericana, de la que por ahora se mantiene al margen en la tabla anual: el sábado a las 21.30 ante Lanús como visitante (arbitraje de Fernando Echenique) y posteriormente ante Huracán. 

El plantel del Kily González viene herido por las lesiones, aunque en estas últimas horas recibió una buena noticia: los estudios realizados a Gastón Ávila (que dejó el entrenamiento del miércoles por una molestia) determinaron que no tiene lesión muscular. Y por lo tanto, no está descartado.

El gran temor del cuerpo técnico era que el Gato se perdiera el tramo final del torneo, lo que habría significado su despedido de la casaca canalla, ya que a fines de campeonato deberá volver a Boca por una cuestión contractual. De todos modos, será difícil que juegue este fin de semana. 

Los que seguro se lo perderán son Jorge Broun, operado (atajará Romero otra vez); Damián Martínez, desgarrado; y Emmanuel Ojeda, suspendido. Por estos dos, entrarían los juveniles Ulises Ciccioli y Mateo Tanlongo, que jugaron ante River.  Además, sigue en duda Lucas Gamba, también contacturado. Alan Marinelli tiene posibilidades de seguir como titular.

Rosario Central está afuera de la lista de clasificados a la Copa Sudamericana, pero buscará revertir eso en las últimas dos jornadas ante el Granate y Huracán en condición de local.