Lautaro Blanco comenzó su carrera en las inferiores de Rosario Central jugando en una posición diferente a la que le toca realizar en la máxima categoría. Era volante por izquierda, con llegada al área como el viejo diez, como un carrilero, pero fue Cristian González quien lo ubicó y le dio continuidad de lateral porque tenía pensado jugar tácticamente con él y con Damián Martínez como hombres de proyección, que finalmente sería el arma más importante que tiene el conductor canalla. Ahora, con 50 partidos en la máxima categoría y con un muy buen rendimiento, siente el afecto de la gente en Arroyito. "Siento mas cariño con la gente, siento que valora mas mi laburo, eso lo siento ahora", dijo el defensor que le ejecutó "el centro de la leyenda" a Marco Ruben.

El Gigante es un estadio difícil para los equipos visitantes pero también para los propios jugadores de la institución. Un estadio donde la gente expresa con demasiada pasión lo que pasa dentro del terreno de juego. "Por suerte desde que volvió el público al Gigante no me insultó nunca, o al menos yo no escuché. O no quiero escucharlo", acotó el defensor entre risas.

En este certamen creció su rendimiento, fue de menor a mayor y sus centros ya son una marca registrada. Tuvo cinco asistencias de gol, pero la última en el encuentro con River en el 2 a 0, fue fundamental para acrecentar aún mas la imagen del emperador Marco. El propio goleador lo felicitó.

"La satisfacción cuando la pelota entra es bárbara, la verdad, muy feliz estuve. El otro día cuando se cumplió el récord fue algo terrible, algo hermoso y soñado. Cuando hizo el gol me felicitó, me dijo 'muy bien, muy bien', porque había salido la jugada. Yo voy, lo abrazo por el gol y él me felicita a mí", dijo Lautaro riéndose y sorprendido por la actitud del delantero. "Siempre hablamos de las jugadas, me dice cómo quiere que los envíe a los centros, por donde se va a parar él", agregó.

Familia numerosa

Lautaro es el menor de cuatro hermanos: Marisa es la hermana más grande, le sigue Ángel y Damián. Tiene 5 sobrinos que vienen 3 de Marisa y 2 de Damián. Después, 5 tíos de parte de la madre y un montón de primos. Y su corazón tiene dueña: es Yamila, con quien comparte su vida desde hace bastante tiempo. Todos son hinchas de Central, por supuesto, menos un tío rebelde, Darío, que le dicen Tato, que no lo fue a ver nunca todavía porque es hincha de Newell's. "Mi tío es la oveja negra de la familia, que no me quiere ir a ver, dijo cuando cambie de club ahí sí me sigue, pero está firme conmigo y ve todos los partidos", confió Lautaro. 

Mamá filosa con las críticas

Al ser todos muy hinchas, también están las miradas diferentes sobre el equipo y su juego personal. El lateral canalla sorprendió al revelar que las críticas llegan de parte de la madre, mas que de el resto de la familia. "Mis hermanos más que nada me corrigen cosas que hago en la cancha pero por ahí mi mamá Claudia, me dice 'nene, te vi mal hoy, no jugaste como el otro partido, estabas mas dormido'. Me ha dicho cosas así. Mis hermanos para hacerla enojar me dicen 'sabés que ella te estuvo criticando'", bromeó. 

La familia Blanco, de luto por el coronavirus

El covid-19 atracvesó a la familia Blanco. El propio jugador se contagió en el 2020, pero el que llevó la peor parte fue su padre, Sergio, que falleció como consecuencia de esta enfermedad. "Viví personalmente la pandemia con mí viejo, fue un año duro, se extraña mucho, la familia lo sintió mucho pero como digo siempre estando unidos, con mucho amor se hace todo mas llevadero, pero fue un golpe duro".

"Si hoy mi papá me hubiese visto jugar y darle el centro a Marco, hubiese estado orgulloso seguramente, bah, sé que lo está. Marco, no solo para mí sino para toda mi familia, es nuestro ídolo”, expresó.

Si hoy mi papá me hubiese visto jugar y darle el centro a Marco, hubiese estado orgulloso

Capítulo aparte para la consideración que tiene por Cristian González, quien fue el impulsor de su carrera: "Siempre digo, total agradecimiento para él, me hizo debutar, confió en mí en todo momento, en reserva, en primera el fue quien me puso atrás y después mantuve regularidad, pero él fue quien me dio todo ese apoyo", aseguró Lautaro. 

Hoy su mirada está puesta en los dos partidos que restan del certamen y clasificar para la Copa Sudamericana. Y, por supuesto, sueña con alguna transferencia internacional y jugar en la selección nacional: "Vivo el día a día, quiero afianzarme en Central, disfruto el momento y pongo la cabeza en estos dos partidos que quedan, quiero clasificar a la Sudamericana", afirmó.

"Y por supuesto que uno sueña, en tener una carrera exitosa, lo mejor que se pueda y claro que la selección es el sueño de cualquier jugador, me encantaría. Tengo fe que en algún momento trabajando mucho se me den esas posibilidades", cerró el lateral que tira centros para que otros entren en la leyenda.