Las jugadoras de la selección afgana del fútbol femenino, lograron la autorización para abandonar su país el pasado domingo y en un vuelo chárter viajaron hacia Portugal, donde le garantizaron el asilo. La capitana del equipo, Farjunda Muhtaj, desde su casa en Canadá, las ayudó a conseguirlo.

"Me alegro de que las deportistas afganas fueran capaces de perseverar y ser resilientes. También defiendo a las mujeres que han sido dejadas atrás y a otros atletas. Sí, ahora están en un lugar seguro. Pero Afganistán estará siempre en sus corazones, seguirá siendo su mayor preocupación".

Las jugadoras, de entre 14 y 16 años, temían en lo que su vida podía convertirse a partir de ahora con los talibanes, no solo porque prohibieran a las mujeres la práctica deportiva, sino porque también son activistas defensoras de los derechos de las niñas.

Esta operación de rescate fue coordinada con el régimen afgano por una coalición internacional de exagentes militares y de inteligencia estadounidenses, representantes de países aliados y organizaciones humanitarias.