Newell's jugó su primer partido de la temporada y mostró una nueva cara. La primera y contundente diferencia respecto del equipo de Gabriel Heinze fue que Mauricio Larriera utilizó a dos "9" juntos, algo que el Gringo no hizo casi nunca, solo en alguna ocasión de necesidad extrema. Guillermo May y Genaro Rossi se complementaron arriba.

Justamente, en los extremos también hubo cosas que cambiaron. Ignacio Schor y Brian Aguirre fueron volantes con la obligación de ocupar los espacios hacia adelante, ya no tan posicionales. Ambos se acomodaron a los costados de Sotelo y Portillo, que actuaron de mediocampistas centrales. 

Lo más parecido a la gestión anterior estuvo en la conformación de la defensa. La única variante fue la inclusión de Vangioni como segundo marcador central (y capitán) en una línea de cuatro defensores. 

Luego, la otra variante notable fue la inclusión de Ramiro Macagno en el arco leproso, tras su paso exitoso por Platense. 

Cuando llegó el tiempo de las modificaciones, Larriera también mostró cosas distintas a lo que pregonaba Heinze. Por ejemplo, puso a Pérez Tica de "9" y le dio minutos a Chiaverano. Pero sobre todo, le mostró a los leprosos los primeros minutos de Esteban Fernández y de Carlos Ordoñez, dos que llegaron el semestre pasado y que ni siquiera pasaron cerca de la Primera División leprosa. 

Es cierto, es tiempo de variantes y de pruebas. Sobre todo porque el equipo tiene bajas que lo obligan al nuevo entrenador a echar mano a quienes están detrás esperando su turno. 

Se le viene a Newell's una seguidilla importante en este arranque de temporada, así que tal vez haya algunas nuevas decisiones de Larriera que muevan la estantería. Mientras tanto, espera refuerzos.