Hernán Castellano, ex arquero de Rosario Central, debió atravesar en estos últimos meses uno de los trances más difíciles de su vida: el diagnóstico de cáncer de próstata. Pero afortunadamente su médico logró detectarlo a tiempo, fue operado en Santiago de Chile y ya de vuelta en Rosario encara ahora el proceso de recuperación.

"La cirugía salió muy bien en la parte oncológica, que era lo que más preocupaba; el médico salió contento que pudo sacar todo y de ahí en adelante hubo un par de pasos a seguir en Chile, pero salió todo bastante bien", dijo el Rifle en diálogo con Zapping Sport.

Hernán, de 47 años, confesó que hubo una complicación al llegar a Rosario el miércoles pasado, pero su médico pudo solucionarla: "Tenía inflamada la pierna derecha por unos líquido linfáticos que se tienen que absorber en el cuerpo y a mí se me acumularon en la panza, presionándome la vena femoral y haciendo que se me inflamara la pierna".

"Ahora tengo un drenaje, se me deshinchó y estoy recuperándome. Pero hasta pude ir a la cancha a ver el partido: estoy contento de estar en Rosario con mi familia y la gente que uno quiere", confesó.

El Rifle y la foto que subió a su Instagram tras la operación.


Castellano contó que puede hacer una "vida bastante normal. Estuve en la concentración con los jugadores, fui a comer con el plantel, fui a la cancha y disfruté del triunfo. Aún no puedo empezar a entrenar a los arqueros pero quiero estar ahí, con el cuerpo técnico. De a poco iré retomando".

Consultado acerca del tiempo en el que estima podrá volver a trabajar, señaló: "Primero tengo que solucionar el tema de cortar el drenaje hasta que deje de salir ese líquido y después empezaré a caminar, a trotar para empezar a fortalecer y en poquito tiempo podré estar".

"El tiempo va a variar de acuerdo a cómo me sienta yo. Le pregunté al médico si podía hacer fortalecimiento de los cuádriceps para poder patear y me dijo que sí. Pienso que en 10 o 15 días estaré totalmente bien", añadió.

Pese a que todo pareció suceder extremadamente rápido, para él no fue tan así: "Para mí no fue tan rápido, porque uno está atento al resultado de los estudios, es un proceso duro. Pero estoy contento de haberlo podido pasar. Ahora son cuestiones de tiempo e ir recuperándonos".

Y cerró comentando qué le dejó este duro trance: "La enseñanza es que nos puede tocar a cualquiera y hay que estar preparado. Que uno no es inmortal. A cualquier cantidad de gente le pasa esto o algo peor todos los días y hay que afrontarlo".

"No preocuparse por pequeñeces, estar más en contacto con las relaciones humanas, que es lo que me dio tanta fuerza, y seguir una vida normal. Creo que me hizo ver un montón de cosas y ojalá las pueda capitalizar para ser mejor persona", concluyó.