Emiliano Vecchio no puede más de alegría desde el momento en que se confirmó su regreso a Rosario Central, donde jugó poco tiempo cuando era un juvenil y donde vio frustrada su vuelta en varias oportunidades. Este miércoles habló con Radio 2, se autoproclamó “uno de los hombres más felices del mundo” y prometió jugarse “la vida” ante esta posibilidad.

“No sabés cómo estoy. Ni miré lo que firmé (en el contrato), me temblaba la mano, transpiraba, nunca me había pasado. Hacía cuatro años que quería volver y estaba todos los mercados (de pases) a la expectativa. Hoy debo ser uno de los hombres más felices del mundo”, expresó el volante en el programa Zapping Sport.

“Me siento en un momento bárbaro y sé que le puedo dar muchas cosas al club”, aseguró Vecchio, que se puso en forma con entrenamientos particulares en el complejo del ex Newell’s Sebastián Grazzini antes del regreso a las prácticas grupales.

Se refirió al Kily González, que hará su estreno como DT, y señaló: “Hablás con él diez minutos y te transmite el amor por la camiseta, el sentido de pertenencia, todo el tiempo está a full con energía positiva. Entiende que ésta es la oportunidad de su vida como lo entiendo yo”.

En ese sentido, prometió: “Me jugaré la vida por Central y también por el Kily, porque él me dio esta oportunidad. Llegar a Central no es llegar a cualquier equipo, las exigencias son muchas”.

Vecchio, de 31 años y con pasos por ligas de España, Brasil, Arabia, Qatar, Chile y Bolivia, no esquivó a una vieja polémica con Marco Ruben –por ahora fuera de Central–, quien según el volante, se opuso a su regreso a Arroyito en 2017.

“En aquel momento me sentí muy triste y dije algunas cosas pero (a Ruben) lo respeto mucho. Nunca tuve ni una discusión con él y me hubiese encantado que se quede. Uno siempre quiere jugar con los mejores, creo que juntos le podríamos haber dado mucho a Central”, analizó.