Emiliano Vecchio ya está entrenando con el plantel de Rosario Central en el predio de Arroyo Seco. Y a medida que se va poniendo a punto físicamente, el entrenador Cristian González va pensando en qué lugar de la cancha lo va a ubicar dentro de su estructura futbolística, ya que el talentoso futbolista le ofrece varias alternativas.

Eso es lo que aseguró su representante, Sergio Lami, en diálogo con Zapping Sport: "Hoy lo que él quiere es estar a disposición para dar variantes dentro del equipo y acompañar. Pero no hay que encasillarlo en el rol de enganche: puede jugar por la banda izquierda; como media punta; y hasta en Santos de Brasil jugó como doble enganche al lado Lucas Lima, que era el 10 de la selección brasileña", comentó.

Vecchio firmó por 18 meses en el club de sus amores. (Sitio oficial)


Lo que Lami subrayó es que llega muy bien en el aspecto físico: "Él se instaló a entrenar en el complejo de Sebastián Grazzini y le ha puesto mucho para estar óptimo en lo físico. Hoy me llamó y me dijo que pudo estar a la altura de las exigencias del profe, que son duras, en el primer entrenamiento".

En cuanto al modo en que se dio su regreso al club, narró: "En enero o febrero teníamos todo armado para ir a jugar a un equipo de Dubai, donde anduvo muy bien. Pero de un momento a otro, llamó el director deportivo del Bolívar diciendo que Claudio Vivas lo quería en el plantel que iba a jugar la Libertadores".


"El dueño del Bolívar, Marcelo Claure, es también el principal accionista del Inter de Miami y le comentaron a Emiliano que hay un proyecto de enlace del fútbol de Bolívar con ese club. Así que se decidió a ir a jugar la Libertadores, el torneo de clubes más importante después de la Champions", continuó.

Pero llegó la pandemia y todo cambió: "Contra Guaraní, por la Copa, anduvo bien. Se estaba acoplando, pero después surgió la cuarentena y algunos cortocircuitos con la gente de Bolívar, que le exigía ir a Bolivia con los aeropuertos suspendidos. Ahí él empezó a hablar con el Kily de la posibilidad de que tomara la dirección del equipo. Y a Emiliano le cambió el chip: me dijo que quería rescindir porque no quería tener ningún impedimento para volver a Central si le tocaba dirigir al Kily".

"Parece un sueño del que no nos queremos despertar, es una satisfacción que excede lo profesional que nos vincula", cerró.