Con el aplomo de siempre, pero con un semblante y un mensaje de tranquilidad que encuentra poco correlato con la previa de una final. Así se presentó este miércoles Edgardo Bauza ante la prensa luego de aterrizar en Mendoza, donde Rosario Central buscará este jueves levantar la tan esquiva Copa Argentina.

“Estoy muy tranquilo y los que me dan tranquilidad son los jugadores: están más tranquilos que yo”, aseguró el Patón a 24 horas del duelo decisivo ante Gimnasia y Esgrima La Plata.

“Cada final es diferente”, dijo en relación a la presión por las tres que el Canalla lleva perdidas en el certamen pero reconoció que la ansiedad “es un problema” y contó: “He tratado de bajar decibeles para que el jugador no se contagie de toda esa locura de la gente, que piensa que Central ya es campeón y no es así. Hay que jugar 90 minutos”.

En el análisis futbolístico previo, el entrenador considera que “ninguno de los dos equipos es favorito, son muy parejos” y cree que en el estadio Malvinas Argentinas “ninguno va a cambiar nada, cada uno va a jugar con sus argumentos. Acá el que menos equivoca es el que saca ventaja”.

Destacó también que ambos conjuntos “tienen buenos pateadores y buenos cabeceadores, y los dos se defienden bien” por lo que pronosticó: “No creo que se vean muchos goles”.

Bauza confirmó como titular a Leonardo Gil, que viene de una lesión, pero avisó que “por su problema muscular, va a ser difícil que patee” las pelotas paradas, como es costumbre dada su precisión en la pegada.

Finalmente, el técnico reveló que Central no practicó penales. “Si nos toca, se elegirán los mejores”, pero no dio nombres y también esquivó quién sería el pateador si hay una falta desde los doce pasos en el tiempo reglamentario.