La campaña: Entre Copa de la liga y Sudamericana disputó 19 partidos de los cuales ganó 8 empató 5 y perdió 6. Anotó 26 goles y le convirtieron 21. Los que más jugaron fueron Broun que atajó los 19 partidos, Gamba 18 y Blanco 17 mientras que el máximo artillero fue Gamba con 5 conquistas, seguido de Martínez Dupuy con 4, Ruben, Vecchio y Damián Martínez con 3.
El mejor partido: Sobre el final del semestre hubo varios encuentros en los que el equipo demostró un muy buen nivel, pero por lo que significa y por la superioridad sobre el rival durante los 90' de juego, el clásico fue el partido top. Central también mostró un buen rendimiento en el inicio del torneo ante Argentinos Juniors y en los partidos de Sudamericana frente a San Lorenzo y Huachipato.
El peor partido: Quizás no por el rendimiento futbolístico, pero sí por el rival y por haber dejado pasar la chance de clasificar, el 1-4 ante Platense fue el golpe más duro. También se pueden mencionar las derrotas ante Racing, San Lorenzo (por torneo local), 12 de Octubre y Estudiantes que dejaron al DT en la cuerda floja.
La figura: Emiliano Vecchio, quien mostró su talento para conducir al equipo en los mejores momentos. También fue muy importante lo de Fatu Broun en el arco con atajadas decisivas que valieron puntos y la notable mejoría en los niveles de jugadores como Gamba, Zabala, Ojeda y Martínez.
La decepción: No hubo un fracaso rotundo aunque sí futbolistas que asomaron como grandes promesas (y lo siguen siendo) pero no lograron asentrarse como titulares y fueron perdiendo terreno, tales los casos de Villagra y Marinelli.
La revelación: Nicolás Ferreyra. El zaguero llegó como una apuesta sobre el cierre del libro de pases y cumplió con creces. Mostró solidez en el fondo y buen rendimiento en general con el plus de haber convertido un gol antológico de taco en el clásico.
El mejor gol: El primer tanto en la goleada ante Newell's fue una obra de arte: la tocaron 9 futbolistas diferentes y el goleador Marco Ruben culminó la jugada con una definición magistral:
El balance: La derrota ante Boca Unidos previa al receso condicionó al DT, que dirigió varios partidos en el inicio del semestre con la soga al cuello y le costó encontrar el rumbo. Sin embargo, a partir de la segunda presentación en la Sudamericana ante San Lorenzo, el equipo del Kily mostró su mejor versión y cumplió con dos de los tres objetivos: ganó claramente el clásico y clasificó a octavos de final en la Sudamericana. Eso, además de darles rodaje a pibes que se afianzaron como Blanco u Ojeda terminaron redondeando un rotundo aprobado para el semestre Canalla.
