Más que nunca, Independiente es un infierno. Es que el entrenador Sebastián Beccacece, mirado de reojo por los hinchas por los escasos resultados obtenidos desde su arribo, decidió marginar a dos referentes del plantel como Pablo Pérez y Nicolás Domingo tras el empate 2-2 con Lanús.

Los argumentos que el técnico les expuso a los dirigentes son diferentes: al primero decidió marginarlo por razones disciplinarias y al segundo por cuestiones futbolísticas. Lo cierto es que ninguno de los dos jugará más en lo que dure el ciclo del rubio entrenador en el Rojo.

Lo de Pérez ocurrió en el entretiempo del encuentro del domingo con el Granate, cuando Independiente ganaba por 1 a 0. En esos 15 minutos de descanso hubo un incidente en el vestuario, que se inició con una queja de Pablo Pérez que fue tomando temperatura, según indicaron fuentes del equipo de Avellaneda, y terminó con el volante rompiendo un pizarrón, en una de las tantas reacciones extemporáneas que caracterizan al ex Boca.

Las razones del enojo de Pablo Pérez obedecían al rendimiento del equipo, básicamente en cuestiones de marca, y el técnico lo contradijo porque sintió que se le estaba cuestionando su autoridad.

Pérez y Domingo, los separados por Beccacece.


En cambio, la situación de Domingo, que ingresó en el comienzo del segundo tiempo por el defensor uruguayo Gastón Silva, fue diferente ya que respondió a una cuestión futbolística porque no cumplió con lo que Beccacece le había encomendado para nivelar la mitad de la cancha.

Por esa diferencia, también, el caso de Pérez aparece hoy como mucho más difícil de remontar que el de Domingo, aunque ambos seguirán entrenándose con el resto del plantel.

Sin embargo Beccacece no los tendrá en cuenta para los próximos partidos, empezando por el del sábado a las 20 ante Atlético Tucumán, de visitante, y el jueves 26 frente a Defensa y Justicia, por los octavos de final de la Copa Argentina.

La decisión del entrenador es con dos volantes en un área que no cuenta con demasiado recambio, ya que allí Beccacece cuenta con el recién llegado Lucas Romero, que fue titular contra Lanús, y el juvenil Diego Mercado, que no fue al banco contra el equipo granate.

Pablo Pérez fue reemplazado a los 33 minutos del segundo tiempo por el colombiano Andrés Roa ya con el 2 a 2 consumado, y al retirarse le extendió la mano al entrenador

La dirigencia no quiere echar al futbolista porque tiene una opción de comprar que es obligatoria desde que cumplió cinco partidos en Primera, y a Boca hay que abonarle un millón de dólares más. 

Por supuesto, Beccacece se expone: los hinchas silbaron al equipo tras el empate con Lanús, el futbolista más cuestionado fue Barboza, traído por pedido del DT, y si es eliminado en la Copa Argentina su continuidad quedará en duda.

Habrá nuevas reuniones, algunas este martes en el predio de Villa Domínico, donde se hablará de los términos de las bajas de estos jugadores.