El juez penal de Cámara Javier Beltramone dispuso esta semana el cese de la interdicción y congelamiento de cuentas bancarias vinculadas a la defaulteada agrofinanciera Guardati Torti (GyT), que al mismo tiempo que negocia un acuerdo de acreedores enfrenta un complicado frente penal con su directorio imputado por estafa a sus clientes.

Según la resolución del magistrado, a la que tuvo acceso Rosario3, se declararon inválidas los procedimientos ordenados a fines del año pasado (diciembre) y comienzos de este año (marzo) por los jueces Nicolás Vico Gimena y Facundo Becerra pedidos ambos por del Ministerio Público de la Acusación en el marco de las investigaciones por presuntos delitos penales contra la agencia de Bolsa y corredora de granos.

Fue en ese marco que se abrió una caja de seguridad de Pablo Torti, hijo de uno de los titulares Ángel Torti, pero quien estaba fuera desde la empresa desde 2015 focalizándose en otros negocios propios en el exterior. En la caja fuerte de Pablo Torti encontraron 333.450 dólares, joyas de valor y monedas representativas. En su momento, la defensa había informado que ese dinero es de los ingresos de su esposa como alta ejecutiva de una importante tecnológica y de la venta de una propiedad de la pareja y que no tienen relación alguna con la causa penal contra GyT. Ahora, el fallo de la Cámara ordenó la restitución inmediata de los bienes secuestrados.

Para los abogados de Guardati Torti, Lisandro Martínez Gorostiaga y Claudio Scoponi, la avanzada de los fiscales se realizó sin atribución específica de la responsabilidad y antes de que se realizaran las imputaciones.

Mientras que la empresa festejó como un éxito la resolución del juez Beltramone, para el Ministerio Público de Acusación no significó un revés de importancia. Y hasta anticipan que en breve ampliarán las imputaciones a los directores. En la actualidad, los directores están imputados por administración fraudulenta y falsear balances. 

GyT, que operaba tanto en mercados de granos como de títulos de valores, cayó en un millonario default ($360 millones) en febrero de 2020 empujada por la crisis de Vicentín, pero venía arrastrando serios problemas financieros desde hace años. 

Tras su impago fue inmediatamente suspendida para operar por Matba-Rofex, el Mercado Argentino de Valores (Mav), Byma, la Bolsa de Rosario y la propia CNV. Sin capacidad de respuesta financiera, la empresa fue a convocatoria de acreedores.

Pero además, ahorristas que invertían en el mercado de capitales a través de ellos denunciaron que les habían sacado los saldos líquidos de sus cuentas y empezaron a denunciar penalmente a GyT, que ya acumula más de 40 denuncias que derivaron en las imputaciones a cargo del MPA.

Sobre el caso de Pablo Torti, su desvinculación, ocurrida en 2015, fue muy comentada en el mercado de granos ya que no fue en los mejores términos con sus pares de la familia Guardati, la otra socia de la agrofinanciera que supo ser top. Es que Pablo Torti fue el artífice de operaciones de arbitrajes de granos y divisas en mercados de futuro que luego de reportarle buenos rendimientos a la empresa finalmente le causaron un serio impacto financiero a la firma.

En rigor, Guardati Torti informó en su momento a la Comisión Nacional de Valores (CNV) el cambio, y por eso no está entre los denunciados por el organismo. Pero la empresa no completó los trámites que inició en los registros de sociedades para informar su salida del directorio. Y como formalmente todavía figura como director en algunas empresas del grupo, el fiscal ordenó el allanamiento y la apertura de la caja de seguridad.